9.2.12



Vídeo de Elen Lackner

TANGO

Está sonando aquel tango…
viejo tango argentino nacido en el arrabal
tan intimo, ¡y tan nuestro!,
como la luz del farol que alumbró los adoquines
una noche sin testigos bajo millones de estrellas,
que lucieron para mí.
¡Que noche más corta y qué largo el recuerdo!
La precisión de sus notas al compás de mi tacón
golpearon la calzada,
y con el giro te acerca y separa
provocando ese instante que vivimos tú y yo.

Tango brusco y primitivo que al mostrar cansadas noches
con los duendes que embrujaron,
se escuchó aquel lamento de su triste bandoneón
escondido en la taberna que se vislumbra a lo lejos.
Tú, sujetaste mi cintura,
y otra vez la media vuelta me desmaya en los brazos
para sentir el latido de tu pecho sobre mí,
y tu boca… ¡ay tu boca!,
tan cerca la tenía
que temblé por un momento,
sintiéndome algo perdida al separarnos los dos.

¡Qué largo se hace el recuerdo siendo tan corta la noche!;
son dos cuerpos,
dos siluetas bailando un tango maldito
que al escucharlo se siente el ritmo amargo y dulce
del sueño que yo viví,
hoy temo que el tiempo pase
y de suspiros se haga un fino marco el recuerdo,
donde quedemos los dos.


Ángeles Asensio


                                           CUPIDO

Me está lanzando sus flechas
y esclavitud ya no quiero,
vuela, ¡vuela corazón
y escápate huyendo al cielo!,
donde no pueda encontrarte
el niño rubio y travieso
que dispara sin mirar,
como si amar fuese un juego.

Y si ves alguna nube
galopando sobre el viento,
suplícale que te lleve
¡y escapa!, no tengas miedo;
que  vivir en libertad
es lo que ansío y anhelo,
porque el disparo es de muerte,
trae dolor y desaliento,
procura que no te acierte
y, ¡huye volando al cielo!
.
Dardo terrible y certero
que no podrá resistir
este corazón enfermo,
si la herida del amor…
le está sangrando de nuevo.

                          Ángeles Asensio