21.2.12

 
                                

SENTIMIENTO DE CULPA
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Si pudiese arrancar de mi pecho
la culpa que tengo al amar...
¡y supiera decirle con tacto que muero por otro
sabiendo decirlo sin miedo a ofender!,
si encontrase el modo y manera de hacer
que termine lo nuestro,
separarnos con una sonrisa que selle el abrazo
de tantos recuerdos como hemos tenido,
viviendo momentos de amor,
sin llegar a causar esta pena
con la pesadilla del duro quebranto
que da el latigazo de una traición;
¡si tan solo atrever me atreviese a mostrarle
mi alma tan limpia de culpa,
que no es responsable de amar nuevamente
muriendo de pena por ese sentir!,
si supiese decirle: “te amo de un modo distinto"
¡con mucha ternura!,
salvando ese brillo que hay en sus ojos
tan dulces si miran,
sin sentirme culpable de engaño,
porque… ¡pecar no pequé!,
no se peca por un sentimiento
que marca el latido de tu corazón,
y lastima que sufra por mí
viviendo perdida con este delirio
que siento por otro;
voy confusa,
estoy angustiada y duele hasta el pecho
por miedo a ofender sintiendo este amor;
¡no puedo evitarlo!,
me atormenta el daño que cause
al hombre que tengo,
si digo al llegar…
que no quiero seguir en la casa,
tener sus caricias,
vivir más con él.
 
Ángeles Asensio

                            

AMAPOLAS

Tiñendo el campo de rojo,
entre el verde del matojo
al comienzo del calor;
van los grupos de amapolas
dibujando ellas solas
con la fuerza del color.
 
Dan la imagen de un jardín
esas manchas de carmín
que en trigales han crecido,
porque humildes florecillas
al nacer, son tan sencillas,
que no necesitan cuido.

Cuatro pétalos de flor
son el pincel creador
de un manantial de alegría,
que diseña con su hechizo
una acuarela que hizo
del paisaje, poesía.

Y esta hermosa fantasía
que va mostrando su encanto
lo mismo que una sonrisa;
al mirarlas, yo diría...
que susurran como un canto
si se mecen con la brisa.


    Ángeles Asensio